Una representación de la leyenda Veracruzana, “La mulata de Córdoba”. En la pieza podemos observar a una mujer con un vestido de época que está apenas apoyando el pie derecho en una columna que parece desprenderse de un fragmento de muro y que al mismo tiempo está comenzando a tocar con la mano lo que pareciera ser el mástil de un Barco que también del lado derecho comienza a formar sus velas.

Se trata de Soledad que en 1528 contaba con una fama extendida en toda la nueva España tanto por sus brebajes como por una belleza cautivadora, misma que le rindió numerosos pretendientes a los que sin excepción rechazó, siendo uno de ellos un hombre influyente que logró que la Inquisición la apresara y la llevara a San Juan de Ulúa para ser quemada. Ella mientras esperaba la ejecución pidió al guardia algo para dibujar un barco en la pared, cuando lo terminó, frente a los ojos del centinela, saltó dentro del barco que había dibujado, mismo que comenzó a moverse hasta perderse en la arista de las paredes de la celda.

En la pieza podemos notar que del lado izquierdo su vestido y su collar se están rompiendo, es el lado en el que su pie está flotando y el lado en el que su mano tiene la pluma de donde sale la tinta que la rodea y que comienza a crear el barco, del lado izquierdo está el mundo que la condena y del que se despide mirando con un gesto de victoria y una sonrisa cínica.